Carlos Monzón nació el 7 de Agosto de 1942 en San Javier (
Santa Fe), donde vivió los primeros años de su vida y fue ahí, cuando comenzó su verdadera pelea que se basaba en defenderse y subsistir a una infancia sin juguetes, de pobreza y con muchos inconvenientes.
En 1951, toda la familia se mudó hacia el barrio Barranquita. Desde chico, Carlos percibía que lo suyo no era el estudio y por tal motivo dejó la escuela en tercer grado. Esto lo motivó y lo obligó a trabajar para ayudar a sus padres. Para conseguir un mango se las rebuscaba como sodero, lechero o diariero, mientras que compañeros de su edad estudiaban o se reunían para jugar.
Todavía no
boxeaba, pero en la vida estaba cayendo por puntos. Buscando un camino y un rumbo dentro del pugilismo recorrió distintos gimnasios. Sus ocasionales "managers" eran el "Mono" Martínez y Roberto Agrafogo. Empezaba a mantenerse haciendo lo que más le gustaba. Con un peso de 64 kilos disputó su primer enfrentamiento, en el pabellón de la Industria ubicado en su ciudad, frente a José Cardozo. El resultado indicó un empate en tres asaltos y recibió un viático de 50 pesos. Las peleas, estilo callejeras, por montos irrisorios, eran moneda.
Una derecha terrible, frío, calculador, guapo, tenaz, contundente, feroz, eran algunas de sus virtudes con las cuales demolía rivales.
El 12 de Diciembre de 1962 venció por puntos, en 5 asaltos, a Bienvenido Cejas. Ahí culminó la etapa inicial de su carrera, porque ese fue su último combate como amateur. Había llegado el tiempo de pegar el salto al profesionalismo. Eran días claves para el santafesino. La decisión fue acertada, no se equivocó. Su debut rentado se produjo en Febrero de 1963, cuando venció a Ramón Montenegro, en 2 asaltos. Sólo Dios sabía lo que vendría. ¿Podrá lograr el
título mundial?, dudaban algunos. Carlos trabajaba y no se guiaba por comentarios, críticas o rumores. Vivía para entrenar, viajar y pelear. Del tren al ómnibus y viceversa. ¿Por qué tanta prisa? Principalmente por el dinero. En total realizó 22 enfrentamientos en dos años y recorrió Posadas, Paraná, Córdoba, Buenos Aires, Reconquista y Santa Fe, su provincia natal. El récord marcó apenas tres derrotas. De ahí en más, su carrera internacional tomó vuelo de la mano de su entrenador
Almicar Brusa, y ganó el título mundial en 1965 al italiano
Nino Benvenutti. Luego, el argentino logró defender 14 veces el titulo de los medianos. Su tráfico final no empañó su fructífera carrera deportiva.
Tomás Ciarrocchi