En la víspera de su vigésimo cumpleaños, Juan Martín Del Potro es una de las grandes figuras del tenis argentino. Es que el jugador nacido en Tandil el 23 de septiembre de 1988, confirmado como segundo singlista del equipo de Copa Davis para enfrentar a Rusia en semifinales, llega al choque contra los soviéticos en el punto más alto de su corta carrera.
Una carrera que, desde muy temprana edad, se vislumbraba exitosa. Porque tras ocho años en los que fue formado por Marcelo Gómez en el club Independiente de su ciudad natal, Delpo incursionó en el profesionalismo con apenas 14 años. Fue precisamente en Buenos Aires, la misma ciudad donde debutará como local por
A partir de entonces, el ascenso de Del Potro fue a pasos gigantes. En 2005 obtuvo su primer Challenger y finalizó el año en el puesto 157 del ranking mundial. En la siguiente temporada empezó a jugar torneos ATP, alcanzó los cuartos de final en Umag y Basilea y se convirtió en el top 100 más joven, al escalar hasta el número 92 del escalafón.
El 2007 arrancó con una de las grandes victorias de su carrera: el de su debut en Copa Davis. Fue un dramático triunfo en cinco sets ante Jurgen Melzer en Austria, que clasificó a Argentina para los cuartos de final del grupo mundial. Además, el año incluyó las semifinales en Adelaida, su primer triunfo ante un top 10 (venció a Tommy Robredo, por entonces 9 del mundo) y el acceso al top 50: alcanzó el puesto 44º.
Pero este ascenso constante pareció tener una meseta a comienzos del 2008. Aquejado por lesiones que lo obligaron a abandonar en diversos encuentros, Juan Martín salió del grupo de los 50 primeros, y lo que era peor, de la senda de la confianza. “Ya me acostumbré a no cumplir con las expectativas”, llegó a decir sumido en la desilusión.
Sin embargo, los últimos meses le devolvieron la sonrisa. Con Franco Davín como nuevo entrenador, se adjudicó de forma consecutiva los torneos de Stuttgart, Kitzbuhel, Los Ángeles y Washington. Así se convirtió en el único jugador en ganar sus primeros cuatro títulos de manera ininterrumpida. Y su envión ganador lo llevó hasta los cuartos de final del US Open, donde el escocés Andy Murray (actual 4º del mundo) le
cortó una racha que llegó a 23 triunfos seguidos.
Con sus títulos y victorias a cuestas, Del Potro encara la serie frente a Rusia con el mejor ranking de su carrera: 13º, y con buenas perspectivas de ingresar a
rrera de campeones, a dos lugares de clasificar). Progresos que alegran pero que no conforman al tandilense: “Quiero ganar gran slams y poder llegar a ser número uno del
mundo”, asegura. En el Parque Roca escribirá otro capítulo de su exitosa trayectoria a la que no le pone límites.
Por: David Flier
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